Traductor.

martes, 24 de septiembre de 2013

Myself



"Las fotografías más bellas son aquellas que te generan recuerdos incluso si aún no los has vivido"

Mi nombre es Paula, Paula Ibáñez Echevarría, conocida como "la reina de corazones" ya que mi cámara consigue conquistar el corazón de todas y cada una de las personas que retrata.  Soy una joven y alocada chica de 19 años dispuesta a darle a la gente una nueva visión del mundo. Desde pequeñita soñé con ser fotógrafa y ser reconocida mundialmente como Steve McCurry o Man Ray...Aprendí que soñar es gratis y no está nada mal, pero en la vida real ser fotógrafa es una carrera muy difícil, no solo a nivel teórico ni practico, sino que algunas veces nos exponemos a la propia muerte por conseguir la mejor foto de nuestra vida...Todos podemos sacar fotos, pero no todos somos fotógrafos. Un fotógrafo muestra la forma real de ver la realidad y de contarla…

No soy una persona rica en dinero pero si en experiencia...Nací en Madrid pero con el paso de los años, decidí que la mejor forma de crecer profesionalmente era trasladándome a Nueva York y vivir en profundidad la esencia de la gran manzana. Por lo que aquí me tenéis, en un piso de unos 40 metros cuadrados en uno de los barrios más peligrosos de la ciudad. Mi mejor amiga ha sido siempre mi cámara, mi vieja cámara que siempre llevo conmigo, mi amuleto de la suerte...Me recuerda a una persona muy querida por la cual ahora soy la persona que soy. No creo en los avances tecnológicos, ni en las batallas entre "nikonistas" y "canonistas"...solo sé que lo antiguo nunca pasará de moda!

Lo más difícil de todo esto fue dejar a mi familia allí pero es que todo cuesta, pero si quieres crecer como persona, debes seguir tus instintos siempre!

No creía en el amor. Es más, siempre me decía a mí misma…”Vaya estupidez, dejarlo todo por la persona a la que amas”…Típico de las películas románticas en las que chico conoce a chica, se enamoran y blablablá…

Jure y perjure que NUNCA, repito NUNCA dejaría que mis sentimientos se interpusieran entre la fotografía y yo, hasta que lo conocí a él...
En esta pequeña historia os contare como una chica neoyorkina  aprendió el significado de la palabra AMAR, un sentimiento que ni su propia cámara sería capaz de retratar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario